ABC del parquet
El blog de los expertos
Desinfección del parquet ante un virus

Recientemente hemos vivido un profundo cambio en nuestras actividades profesionales y privadas con motivo de la aparición de un nuevo virus que ha condicionado irremediablemente nuestra forma de vida. Desde imponernos un confinamiento y recluirnos en nuestras viviendas hasta exigirnos unas medidas de prevención rigurosas que incluyen realizar una desinfección y tomar medidas de limpieza extremas de cualquier superficie que pueda ser infectada. Unas medidas que nos intentan hacer sentir más seguros ante una posible agresión externa.
Una de las recomendaciones hechas por la Organización Mundial de la Salud – OMS es la de desinfectar convenientemente los hogares dada la similitud del Covid 19 con otros tipos de coronavirus ya existentes y para los cuales existen desinfectantes que se han ensayado y son efectivos para la eliminación de virus y bacterias en superficies. Y es que diferentes fuentes anuncian que el Covid 19 es capaz de sobrevivir hasta cuatro días en la madera o el cristal o cinco días en la cerámica.
El más conocido de los desinfectantes es la lejía o hipoclorito de sodio, que convenientemente diluido en agua es capaz de eliminar todos los microorganismos o materia orgánica de las superficies. Sin embargo, de cara a las personas que tienen parquet en casa, la lejía no está recomendada para la limpieza diaria por ser un fuerte oxidante que puede ocasionar, entre otros efectos, el desteñido de la madera. A pesar de que finalmente acaba descomponiéndose en sal y agua y que no sea nociva para el medio ambiente, no es un producto que debamos utilizar, en general, en un pavimento de madera.
Un estudio realizado en el año 2009 por el Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental – CREAL y el Instituto Municipal de Investigación Médica (IMIM – Hospital del Mar) de Barcelona analizó a 3.626 personas de diez países de la Unión Europea que usaban lejía al menos cuatro días a la semana para limpiar sus casas.
La lejía tiene un efecto paradójico ya que parece que, por un lado, reduce la sensibilización alérgica de quienes la utilizan, pero por el otro aumenta los síntomas respiratorios no alérgicos con lo que, ante un virus que afecta principalmente al sistema respiratorio, tampoco beneficia mucho.
Así pues, se recomienda reducir el uso de lejía o al menos hacerlo en lugares bien ventilados o mediante la utilización de mascarillas. Y, sobre todo, si se friega con lejía es mejor que el agua esté fría para evitar una mayor evaporación. Cabe tener presente que el Instituto Nacional de Toxicología registró el pasado mes de marzo registró hasta dos mil llamadas relacionadas con intoxicaciones.
Dada la variedad de maderas y acabados existentes en la actualidad, sería conveniente realizar pruebas antes de decidirse por la limpieza regular con lejía en nuestros suelos.
Además, hay que tener presente que las mezclas no son buenas y los usuarios no suelen conocer los peligros de la limpieza con combinación de productos: La lejía mezclada con vinagre da lugar a emisiones de gases de cloro, que son nocivos. La lejía mezclada con amoníaco da lugar a una mezcla altamente tóxica. La lejía usada en combinación con alcohol, también considerado desinfectante, da lugar a cloroformo.
¿A alguno de los lectores no se les ha ocurrido en algún momento usar alguna mezcla similar?
Sin embargo, algunas otras medidas o prácticas son posibles e incluso ventajosas con un pavimento de madera.
Para empezar, podemos adoptar costumbres orientales o del norte de Europa, donde es frecuente descalzarse al entrar en la vivienda para evitar infectar con el calzado el suelo. Si hemos desinfectado el suelo, una vez dentro caminar descalzo o con zapatillas es un punto fuerte en un suelo de madera ya que no estará tan frío ni será tan duro como otros pavimentos favoreciendo una comodidad de uso no comparable. Más aún si tenemos presente que al estar recluidos son muchas las horas en que estaremos por casa. No necesitando, al quitarnos el calzado de calle, una desinfección tan frecuente al evitar contaminantes externos.
En segundo lugar, y de manera consecuente, esta comodidad para nuestros pies revertirá asimismo en una mayor protección de nuestro suelo frente a rayas, contaminación o desgaste prematuro dada la escasa abrasividad del hecho de ir descalzo o con un calzado cómodo.
Sabemos también que existen friegasuelos con bioalcohol incorporado. Si bien pueden parecernos más desinfectantes, hay que pensar que su uso está más enfocado a una evaporación rápida al fregar para que el suelo se pueda pisar antes. Un abuso del alcohol en el fregado provoca que al igual que la lejía también hará que el suelo pueda perder progresivamente su brillo.
Somos conscientes de que una buena parte de los consumidores y fabricantes han orientado sus gustos y producción hacia acabados mates o satinados. Esta falta de brillo de origen es particularmente beneficiosa para el uso de estos limpiadores por su menor repercusión en la pérdida de brillo del parquet ya que de origen son más mates.
Finalmente, vale la pena recordar que en la limpieza con agua o con cualquier jabón o friegasuelos siempre será beneficioso para para el mantenimiento de la madera emplear poca cantidad de agua. A este respecto, las fregonas de microfibra dejan mucha menos agua o producto en el suelo. Así la evaporación será más efectiva y la limpieza más eficiente y rápida.
Después de todo esto, una limpieza en seco con escoba o aspirador o, para aquellos más modernos, robots aspiradores, permitirá que el confinamiento en casa nos permita estar más a gusto con nuestro suelo, con lo que la estancia en nuestro hogar será más agradable y pasajera.

ÁNGEL NEVADO
Gerente de Parquet Llobregat
Más de 20 años de experiencia en el sector del parquet. Perito oficial y formador de la Associació Catalana d’Industrials del Parquet (ACIP) y perito de la Federación Española de Pavimentos de Madera (FEPM). Presidente de ACIP de 2007 a 2011, actualmente miembro de la Comisión Técnica. Presidente de la FEPM de 2014 a 2018, actualmente Vicepresidente.

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